martes, 14 de julio de 2015

Ella

Ella me descubrió un mundo hasta entonces desconocido.
Me enseño a contar estrellas cuando el cielo estaba oscuro.
Decía que no temiera, que por duro q sea el invierno, llegará la primavera.
Descubrí al pasar los años, que siempre me fue sincera.
Y si la necesito, basta con afinar las cuerdas, abrir mi boca y sacarla fuera.
Siempre mi fiel consejera.
Ella no tiene cuerpo, no tiene piel.
Ella, fugaz nómada, que en ningún sitio se queda.
Pero dejará su estela.
Se víste de notas y acordes.
Te cuenta de tiempos mejores.
Ella existe sin razones.
Toca con sus ligeros dedos los corazones.
Te habla de nuevos colores y sensaciones.
Y no pone condiciones.
Ella que todo lo siente, que todo lo invade.
A la bestia más feroz con su melodía persuade.
Tengo un leve recuerdo de como, entre sueños, me la presento mi madre.
Aún oigo su suave voz reconfortable, que entre nanas me decía:
"Duérme ya, nenita mía, duérmete que se hace tarde"
 

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