domingo, 12 de julio de 2015

Apareció

El apareció sin más, sin invitarle a que entrara, sin preguntar si podía pasar.

El apareció como lo haría un arcoíris, entre la lluvia de mis ojos y la luz de su sol, y surgieron esos colores que lo componen.

Cada color me hacía sentir de una manera.
Pude llorarle sin tregua y cuando mi nube se deshizo y se volvió claro, el me seguía mirando y con una sonrisa me dijo, ¿ a que no costaba tanto?

Que cuando cierro los ojos, si estoy a su lado, siento como si estuviera volando.
Porque cuando murmuro mis sueños, el abanica el aire para que vuele más alto.
No conoce negativas, ni de huidas...
No sabe poner en mi cara otra cosa que no sea una fila de dientes alineados.
No se cansa de oír mis delirios de locura, y unirse a ellos sin dudarlo.
Puedo abrir mi cremallera y dejarle pasar a mi sótano, donde guardo mis secretos, mis encantos.

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