lunes, 13 de julio de 2015

Caballero sin cabeza

Sabemos como sabe la derrota, ese conjunto de amargura y acidez que conforman cada gota.
Puedo asegurar que tras pasar el trago, el sabor se va diluyendo, se va esfumado. Y ese mal sabor de boca, en resignación se va transformando.
Nos resignamos, y veces lo hacemos sin darnos cuenta de lo cerca que estuvimos de alcanzar lo que anhelamos.
 Otras veces lo hacemos despés de habernos dejado la piel en intentarlo.
No es más valiente el que lucha con todas sus fuerzas y se rindió al verse agotado.
Valiente es aquel que tras caer, una tras otra, sigue a su espada pegado.
Que aúnque le cortes la cabeza, en su caballo sigue montado.
El sabe por lo que lucha, el creé en sus propios pasos, no habrá nada en el mundo que puedo desalentarlo.

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